25 de agosto de 2014

Podría usar un deseo

Que ud estuviera fit.
Que ud no viviera acompañada.

Que yo viviera solo.
Que ud danzara.
Conmigo en la noche.

Que este post no fuera tan superficial.

Es que este post es pura mentira.
No podría usar un deseo en ud.

11 de junio de 2014

Decir adiós por enésima vez

Por sobre todas las cosas considero una amistad. Muy fuerte.
Parece que todo eso se olvida. Momentáneamente. Porque tiendo a creer, que algún día, aunque no tengamos caminos similares, la vida nos va a reencontrar. O talvez vamos a buscar hacerlo, en un momento mas oportuno.

En varios días, todo va cambiar definitivamente. Ya había cambiado. Ya me había despedido, pero aun así, tengo un balde de agua fría cayéndome cada minuto. A veces cada 17 minutos, con la noticia que recibí ayer.

Guardar un número es especial para mí. Lo seguirá siendo, pero nunca jamás como lo guardé tantos años. Para ud. Y lo seguiré guardando en profundo secreto.

Que publico esto aquí. Que es contradictorio. Yo soy completamente contradictorio.

Que me duele. Mucho. Que no vaya a ser parte de esta noticia tan importante para ud, aunque para mí sea quizá una de las peores. Yo sigo pensando más en los demás que en mí mismo. Y maduré para entender, que puedo tomar esa forma de ser como algo positivo.

Me despido, con mis labios de ceniza. Por enésima infinita vez.

28 de abril de 2014

Soñábamos

A veces se me viene a la mente una casa.
A veces estoy solo en ella

A veces estoy con usté.

Y aunque todas son ilusiones, hay algo que me baja por el estómago, entre miedo y emoción, cuando nos veo juntos en esa casa.

Es de verano. Usté tiene el cabello rojizo encendido. Y estamos a menos de una hora de la playa.
Como cuando había ilusión y emoción pura entre usté y yo.

Y cuando las cosas se vienen a bajo por la realidad fea. Donde todos los límites se ponen. Me devuelvo. Y vuelvo a ver la casa. Y estoy otra vez solo en ella.

Ojalá pudiera quitar toda esa realidad fea. Ojalá pudiera tenerla de vuelta a usté, la que conocí con ilusiones.

Hasta aquel día hace años en un bar o algo así por la U, que se vino abajo todo el sueño e ilusión inicial, yo no tenía frustración y no le provocaba frustración a usté.

Ojalá pudierámos dejar de decir que soñábamos, y empecemos a soñar otra vez. Y dejemos atrás la frustración, y volvamos a querer estar a menos de una hora de la playa.

25 de febrero de 2014

Promesas que odio

No tengo idea cómo putas reaccionar.
No quiero romper mi promesa.
Me enoja tener que cumplirla.
Es la primera vez que odio prometer algo.

Las primeras veces siempre están llenas de incertidumbre. La emoción cuando todo sale bien después de esas primeras veces es indescriptible. También cuando salen mal.

No tengo un manual para acudir cuando el destino es tan determinante y decide hacer lo casi imposible en realidad.

¿Por qué? ¿Qué es lo que le hace sentir con tanta determinación que yo tengo que estar lejos?
¿Por qué no puedo abrazarla y llorar?. Y después empezarme a reír con usté de nuevo.

Déjeme abrazarla. Déjeme llorar, pero no solo. Déjeme que lloremos juntos.
No voy a hacer más preguntas después de llorar, solo voy a tratar de reírme y hacer hasta lo imposible por hacerla reír.

No soporto esto. No soporto hablarle a esta pared de 0s y 1s. Pero es lo único que tengo.
No soporto su determinación para no quebrar esta promesa para usted misma de no hablarme.

No soporto estas promesas estúpidas que no nos llevan para ningún lado, más que a olvidar todo.
Olvidar no el pasado. Olvidar que tenemos algo juntos adelante.

Cambiemos estas promesas. Esta es mi única reacción posterior.


7 de febrero de 2014

Nunca

Nunca creí que ud fuera a herirme.

Nunca.

29 de enero de 2014

Sueño de falta de pasión

A veces preferiría que las cosas no terminaran tranquilamente. Tal vez enojarse sea una forma de demostrar pasión.

Estaba en la casa. Nadie decía nada. Yo no estaba enojado. Solo vi un tweet y se me bajaron los ánimos. Parecía escuchar una flauta al fondo. Solitaria. Folclórica. Pero no costarricense.

Sentía que extrañaba muchas cosas. Es bien difícil recordar sentimientos. Y mas aún en sueños.

Me daba chicha de repente. Mi idiotez y el miedo que se percibía en la casa.
La paciencia en este sueño no era la herramienta útil.

No lo es ni en la realidad. Ahorita tengo mucho sueño y mañana no voy a tener tiempo de pensar esto durante el dia. Pero me jode en mi subconsciente. Me jode cuando me voy a acostar. O en medio del almuerzo en la U.

Yo también quisiera ir a la playa. Y entonces eso me da chicha. Yo queria terminar esto apasionadamente. Pero tenemos mucho sueño para seguir soñando.

30 de diciembre de 2013

El recuerdo casi perfecto

Volví a soñar con ella.

Estábamos en una casa. Con otras personas. No era una fiesta, pero tampoco vivíamos todos ahí. Mas como una reunión. Con amigos viejos. Todo era blanco y negro, tal vez con un poco de color, una pincelada de saturación apenas.

Eran como las 4:45pm. Me contó sus planes para la noche. Debía comprar regalos. Y una entrada para ver Grease en un cine pequeño por la UCR.

Como es usual, antes de montarnos al carro, dejé todo botado por toda la casa. El realismo mágico apareció, y una aplicación del teléfono de ella, pudo buscar mi abrigo, las llaves y mi billetera. Como si tuvieran un chip con GPS. Los sueños a veces pueden ser perfectos. Es culpa de ella. Me distraigo más cuando estoy alrededor de ella, en los sueños.

Los cortes de edición en un sueño a veces son muy efectivos. Ya estábamos en el cine comprando la entrada. Esperamos la tanda. Ella buscó una silla para sentarnos juntos. Nos acercamos. Probé el realismo mágico de sus labios.

Llegó un amigo. Luego mi papá. Todos entramos a la sala. Era bastante pequeña. Mientras vemos la peli, mi tata a un lado mío, me dice que va a morir al día siguiente, porque se le acabaron sus pastillas.

Y a mí se me acabó el sueño. Uno que casi fue perfecto.

28 de diciembre de 2013

Sueños invisibles

Simplemente vuelvo, con la esperanza de ser invisible. Y de contar mis 7 u 8 horas imposibles de compartir sin ser un psíquico, interpretadas por mí mismo a la mañana siguiente.

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Tres chicas.
Tres tiempos.
Tres colores. Negro, Rojo y Café.

10pm. Todos, en una fiesta. Intentando llegar a la felicidad.
Yo y el color negro. Tratando de conocerla. Besándola.

La chica de color café. Ella está tomando Vodka con Sprite. Mi bebida de fiesta favorita. Mi placer culpable y hasta moralmente ilegal.

Un imbécil con otro vaso, pero este de cerveza oscura. Está intimidando y haciendo más pequeña a la chica de color rojo. Ella se va en unos días a la playa. No sabe que hace en esa fiesta.

12am. La chica de color café se fue. Tenía un viaje en avión al día siguiente y no quería tener nauseas en el vuelo. Dos vodkas con sprite besaron sus labios y eso era suficiente.

Yo. Seguí besando. Seguí escalando. Hasta sentir la caída que sucede uno que otro mes durante la danza de Morfeo. Me despierto. Escucho el bullicio de la maldita realidad de un 24 de diciembre sin compañía. Me niego. Quiero volver a escalar. Cierro los ojos. Ya la chica de negro abrió la puerta y se fue. Yo voy detrás. Salgo y veo.

Al imbécil que intimida a la chica de rojo. Él va a tener una resaca terrible cuando se despierte después de la fiesta. Y con sus dos ojos manchados de sangre, del golpe a su cara que fui a darle.

Y yo, que me despierto, esta vez en definitiva, con resaca, no estoy frente al mar ni en un vuelo. Pero defendí el honor de mi pasado rojo, fui espectador de un café que vuela muy lejos de mi, y de un negro lleno de incertidumbre, sin una cara ni un cabello claro de admirar, pero muy apasionado. Ahi está. Lejos de mí también. Yo quiero perseguirla, pero mientras tanto, no sé que hacer con las otras dos chicas. No se que hacer con los 3 tiempos. Estoy esperando la siguiente fiesta.

7 de enero de 2013

Llegó el tren

Finalmente me he vuelto a dar cuenta.
Soy yo manejando este tren solo y soy yo esperándolo en el próximo andén.

Soy las dos personas. En diferentes momentos.

Me di cuenta que es cierto... uno tiene dos opciones en la vida: Ser libre o estar acompañado.

La libertad es de uno, cuando se acepta que estar solo es el sacrificio de esa libertad.
Estar acompañado, implica limitar la libertad. Desde cualquier punto de vista.

Pareciera que no he madurado. Sigo escribiendo cual wila de 19 años.
Sobre trenes.

Hoy es el último día de este blog.. que ya de por sí estaba agonizando.
¿Por qué?
Porque ya llegó el tren. Y me he de encontrar conmigo mismo. (Ven cómo escribo como si tuviera 19 aún)

El próximo lienzo de ceros y unos estará por venir...
Este deja esperanza... ya cumplió su objetivo.
Me bajo del tren y me subiré en otro.

Lo que vaya subiéndose en ese nuevo, sabré que es por unas cuantas paradas. La libertad es lo mío.
Lo difícil es acostumbrarse a estar solo.

La libertad es lo mío. A mis casi 23. Las letras no lo son.
Ciao.


7 de diciembre de 2012

Want a Surprise

Para terminar todo esto... y obviar que está terminando.

Quiero que me sorprendan, hoy, ya o mañana. Pero que me sorprendan.